El insomnio es un trastorno del sueño que afecta a millones de personas en todo el mundo. A menudo, nos encontramos dando vueltas en la cama, mirando el techo y preguntándonos por qué no podemos conciliar el sueño.
La pandemia ha acentuado la importancia de ofrecer una imagen fresca, alejada del cansancio y de las ojeras. El estrés, la elevada carga de trabajo y la crisis impiden dormir bien.
En este artículo, exploraremos las causas subyacentes del insomnio «Que es lo que causa el insomnio» y cómo abordar este problema común que puede afectar nuestra calidad de vida.
El insomnio es el trastorno de sueño más frecuente hoy día, y un motivo de preocupación acelerado por la pandemia. Las crisis sanitaria y económica, los ERTE, la inflación o las consecuencias derivadas de la guerra de Ucrania dibujan un escenario de incertidumbre que influye en el estado de ánimo de los profesionales y trabajadores. Diversos estudios señalaban que antes de la pandemia alrededor del 10% de la población mundial sufría algún trastorno del sueño, pero en los últimos dos años este porcentaje se ha incrementado hasta el 20%. Y el 60% de aquellos que padecen un estrés alto tiene problemas con el sueño.
“Es una de las mayores preocupaciones estéticas de las mujeres, pero cada vez más de los hombres, sobre todo de la clase ejecutiva, preocupada por ofrecer un aspecto fresco y saludable, ya que no hay nada peor que ofrecer una imagen de persona cansada”, explica Rosa del Río, médico especialista en dermatología clínica y estética del grupo Pedro Jaén, quien añade que en esta pandemia se han incrementado un 30% las consultas relacionadas con la mirada cansada, las bolsas y las ojeras. “La falta de sueño, así como una mala posición al dormir, la retención de líquidos, el estrés, el tabaco, el alcohol y una mala alimentación contribuyen a ello”. Pero hay otro factor adicional, como es la elevada exposición a las pantallas, “lo que hace que aumente la tensión ocular y hace que se incremente la pigmentación periocular”, detalla Del Río, que remite de nuevo a la noche, el momento en el que se reparan todos los tejidos del cuerpo, entre ellos la piel.
Una de las principales causas del insomnio es el estrés y la ansiedad. Las preocupaciones y las tensiones diarias pueden mantener nuestra mente activa incluso cuando nuestro cuerpo necesita descansar. Las preocupaciones sobre el trabajo, las relaciones personales o los problemas financieros pueden mantenernos despiertos durante horas.
Para abordar este problema, es esencial encontrar formas de reducir el estrés y la ansiedad en nuestras vidas. La meditación, el yoga y la práctica de técnicas de relajación pueden ser herramientas útiles para calmar la mente antes de acostarse.
Otra causa común del insomnio son los malos hábitos de sueño. Esto incluye irse a la cama a horas irregulares, consumir cafeína o alimentos pesados antes de dormir, y el uso excesivo de dispositivos electrónicos antes de acostarse.
Para superar los malos hábitos de sueño, es importante establecer una rutina regular. Irse a la cama y despertarse a la misma hora todos los días puede ayudar a regular nuestro reloj biológico. Además, es fundamental evitar estimulantes antes de dormir y desconectar de los dispositivos electrónicos al menos una hora antes de acostarse.
El insomnio también puede ser un síntoma de problemas de salud subyacentes. Afecciones médicas como la apnea del sueño, la artritis y la enfermedad de reflujo gastroesofágico pueden interrumpir el sueño de manera significativa.
Si el insomnio persiste y no está relacionado con el estrés ni los hábitos de sueño, es importante consultar a un profesional de la salud. Puede ser necesario realizar pruebas y exámenes médicos para identificar y tratar la causa subyacente.
El uso de ciertos medicamentos y sustancias puede contribuir al insomnio. Esto incluye algunos antidepresivos, estimulantes y alcohol.
Si está tomando medicamentos que afectan su capacidad para dormir, hable con su médico sobre posibles alternativas o ajustes en la dosis.
El entorno en el que dormimos también desempeña un papel importante en la calidad de nuestro sueño. La luz brillante, el ruido y una temperatura inadecuada pueden dificultar conciliar el sueño.
Asegúrese de que su habitación esté oscura, tranquila y a una temperatura agradable. Puede considerar el uso de tapones para los oídos o una máscara para dormir si el ruido y la luz son un problema.
En conclusión, el insomnio puede ser causado por una variedad de factores, desde el estrés y la ansiedad hasta los malos hábitos de sueño, problemas de salud subyacentes, medicamentos y factores ambientales. La buena noticia es que existen estrategias y enfoques para abordar este problema y mejorar la calidad de nuestro sueño.
El insomnio ocasional es cuando experimentas dificultades para dormir de vez en cuando, mientras que el insomnio crónico es un problema constante que dura más de tres meses.
No necesariamente. Los medicamentos para dormir pueden tener efectos secundarios y no abordan las causas subyacentes del insomnio. Es mejor explorar otras estrategias antes de recurrir a medicamentos.
Sí, el insomnio crónico puede tener efectos negativos en la salud a largo plazo, como aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares y problemas de salud mental.
El insomnio puede afectar a personas de todas las edades, pero tiende a ser más común en personas mayores debido a cambios en el ciclo de sueño.
La cantidad de sueño necesaria varía según la edad, pero en general, se recomienda que los adultos duerman entre 7 y 9 horas por noche para mantener una buena salud.
Ahora que has aprendido sobre las causas del insomnio y cómo abordarlo, es hora de tomar medidas para mejorar tu calidad de sueño. Recuerda que cada persona es única, por lo que puede llevar tiempo encontrar la estrategia que funcione mejor para ti. ¡Duerme bien!
Fuente: EL PAIS
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